La poesía me ha permitido vivir con dignidad

jueves, 16 de diciembre de 2010

Escribir actualidad

Un aplauso para Wílder Medina

Por Stivens Parra Gámez

El torneo de fútbol colombiano poco o nada me gusta, y no por algo distinto a los pleitos que se forman constantemente en los partidos donde incluso ha habido víctimas fatales. Pero estoy dispuesto a hacer una reflexión y repensar mi actitud al respecto por dos razones: primero, porque aúncon toda la crítica que reciben las barras bravas debido a su comportamiento en los estadios, éstas son el espíritu del juego; y segundo, porque he visto que en ese deporte hay historias de vida muy sensibles que merecen nuestro aprecio, cánticos y júbilo.

Tras conocer hace unas semanas que el jugador del Deportes Tolima, Wílder Medina, saltó de una esquina con esquirlas de marihuana al césped de la gloria futbolera, sentí la necesidad de rendirle un pequeño homenaje a este antioqueño de 29 años que ahora es la figura del equipo tolimense y que como otros grandes del fútbol mundial, da ejemplos de que hay más caminos distintos a las drogas, las armas o el alcoholismo, aun superando a otras glorias del balompié como el goleador de la selección de Brasil, Garincha, a quien le ganó el alcohol; o lo ocurrido con el goleador uruguayo, Obdulio Varela, quien sucumbió en la pobreza por causa del licor.

Habla bien la actitud de este hombre nacido en Puerto Nare, pueblo ubicado a 191 kilómetros de Medellín, quien se abrió paso forzado en medio del hambre que se pega a todas las cosas y no solo en este pueblo rivereño, sino en todos los pueblos de Colombia. En estas últimas semanas no he hecho más que pensar en Medina y en cuán grato sería estrechar su mano.

El caso del Nareño merece gran reconocimiento, porque las personas que en su infancia hablan, caminan y duermen con el hambre, se enfrentan al descarrío constante. Es fácil para los aficionados gritarle a un hombre: “¡Marihuanero!”, pero miro el espejo de mi vida y canto mientras escribo: “qué triste se oye la lluvia en los techos de cartón”; seguidamente, digo en susurros imitando torpemente a mi amigo JJ Trujillo: “hincha del Tolima, hincha del Tolima… ¡cántalo!”.

Y es valeroso de su parte aceptar en los medios –no con actitud de mártir- sino de héroe, que sus logros en el fútbol son provienen de la Fe.“Esto es obra de Dios, ¿Oían lo que me gritaban?, ahí está la respuesta. Dios es grande y yo soy su instrumento"dijo en el término del partido con Santafé que le dio el tiquete al Tolima para la finalísima del fútbol profesional colombiano, y agregó: “he cambiado mi vida. Le doy gracias a Dios y a mi familia. Esto es para ellos. Vengo de lo más bajo, vengo de lo que me gritaban”.

Anoche el elencoPijao mostró señorío en el juego y ahora se dispone a jugarse en Manizales el título definitivo para la segunda estrella. Los hinchas piden apoyo al equipo, el ´técnico pide serenidad y rendimiento a los jugadores, los jugadores piden concentración y unidad, Wílder le pide a Dios sabiduría,Camargo pide que vayan al estadio… y yo pido un fuerteaplauso para Wílder Medina.

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