De vez en vez, un beso
Cuando estamos lejos,
Oyéndonos en ecos
Que de vez en vez tumban distancias,
Se me ocurre soltar un beso:
Un jinete que cabalgue la tarde,
En un caballo rojo
Con herraduras de humo.
Que irá cazando nubes
Y le prestarán su ropa.
Un beso que te busque
En el tranquillo tallo de tu boca.
Y cuando te encuentre,
Amarre la noche de una estaca,
Descienda de su caballo,
Y desmalle en tu tierra,
Que tiene olor de limoncillo.
La niebla pasará merodeándote.
Se confundirá lo verde, con tus hojas.
Madurará el rojo de la rosa.
Se erguirá el tallo de tu boca.
Y cuando el alba empiece a galopar tu frente
Y el sol camine otra vez por las aceras,
Desatará la noche,
Y las nubes recogerán su vestido.
Mi beso será de nuevo un eco,
Que de vez en vez tumba distancias.