La poesía me ha permitido vivir con dignidad

miércoles, 18 de mayo de 2011

Escribir actualidad: la palabra que nos daña: terrorista

La palabra que nos daña: terrorista

Decirla nos hace libres y auténticos y nos convierte en nacionalistas puros so pena de que el concepto arruina, nuestro camino de la paz perdurable en Colombia. Cuando se discute si las personas que han pertenecido o pertenecen a la guerrilla o autodefensas son terroristas debe tenerse cuidado con las implicaciones jurídicas de la expresión.

Un proyecto que avala el Gobierno y lo lidera la U es opuesto a este concepto y riñen, ya que el mecanismo para darle seguridad jurídica a desmovilizados de "Grupos organizados al margen de la Ley" determina que quienes hicieron parte de estas estructuras son “ex combatientes” y no “terroristas”; además el contenido del proyecto se discute “en relación con la conducta de los desmovilizados de los grupos armados organizados al margen de la ley, que hubieran incurrido únicamente en los delitos de concierto para delinquir simple o agravado, utilización ilegal de uniformes e insignias, utilización ilícita de equipos transmisores o receptores, y porte ilegal de armas de fuego o municiones de uso privativo de las Fuerzas Armadas o de defensa personal, como consecuencia de su pertenencia a dichos grupos; así como también, promover la reintegración de los mismos a la sociedad”.

Así las cosas es un error la expresión terrorista en el marco del conflicto armado que ha vivido Colombia hace 60 años fruto de guerras civiles y bipartidistas. Aproximémonos a un concepto de terrorismo para comprender los efectos explosivos de su uso cotidiano. El terrorismo se asocia al terror, y éste es una sensación de miedo incontrolable que se da cuando la persona humana ve expuesta su vida e integridad por el accionar violento de terceros.

Pero la definición de terrorismo abre un espectro político desde el cual se justifica que los hechos violentos que buscan posiciones políticas o atentan contra los Estados son formas de terrorismo. El término es impreciso, por lo tanto no debemos expulsarlo de la boca como si fuera un grito de victoria.

Ahora, quienes defienden la idea de que los combatientes de las Farc son terroristas desatienden otras realidades y actuaciones del mismo Estado donde se cometen atropellos contra los derechos humanos y la misma fuerza pública ha masacrado, desaparecido, atentado; de ahí que si el gobierno nacional, sectores del conservatismo, de los partidos de la cuestionada unidad nacional apodan a las Farc como "terroristas" no deberíamos jugar más a tres bandas en la tesis de un acuerdo para la paz.

A mi juicio, en Colombia ha habido conflicto armado y así debe conceptuarse a fin de dar un paso hacia la reconciliación nacional.

sábado, 9 de abril de 2011

Escribir un sentimiento

De cuando estuve lejos mucho tiempo

Hay cosas que en la vida nos definen. Son en conjunto la esperanza de un mundo mejor, quizás una utopía irrealizable o la manera de entregarse a todas las causas con afecto verdadero. A mí me define el amor porque responde al problema de la existencia humana, y sostengo que de nada sirve estar en pie si no es la felicidad nuestro equilibrio. Por eso hoy escribo a Jenniffer, porque me afecta que esté triste en mis ausencias. Hubo un tiempo que estuve lejos muy lejos, tanto que los días resbalan, las horas pasaban mi frente como una ráfaga y las noches que toqué tenían gélidas las manos. pero una vez la extrañé y mi poema se voló a buscarla:

Ya te veo en las curvas del río que atraviesas.
Se empieza a adelgazar la nostalgia que cuido
Y se caen de totazo estas angustias de estar lejos.

Ya presiento que vuelves, y llegas en tres días.
En tres noches que entonces pasarán como nubes.
Y el viento es un arriero que facilita todo.

Estás aproximando a mis manos tus armas
Y necesito tu cuerpo para atrincherarme
Por unos años, mientras dura la guerra.

Desde las garitas donde subí a extrañarte
Empiezo a ver la estrella que dirigió a los reyes
Entonces llevarían a Dios sus tres ofrendas
Y hoy te conducen –de mirra, oro, eucalipto, sonrisas y otros triunfos-
A mi vida.
Vuelves a tutelarme, protectora pequeña
Y ya siento que llegas
Te aproximas. Llegas

Porque Patria suena a ruidos y a promesas y a azar
Pero decirte –querida- suena como decir libertad.
Una finca, con establos, con acequias y frutal
No eres patria, patria mía,
Eres finca. Eres hogar.

Por eso hoy te declaro una vez más la GUERRA.

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http://ecosdelcombeima.com/columna-6575-de-cuando-estuve-lejos-mucho-tiempo

lunes, 7 de marzo de 2011

Medina Y Dayro: las debilidades humanas

Medina y Dayro: las debilidades humanas

¿Por qué Wílder Medina reincide en el consumo de marihuana si está en el mejor momento de su carrera deportiva? ¿Cómo un jugador oriundo del Tolima y de extracción popular es capaz de ofender tanto a la hinchada de su casa al marcar gol? Desde la noche del domingo me he preguntado lo mismo sin que pueda definir teóricamente ambas cosas. Sin embargo, de una idea he sido siempre amigo: hay que saber ganar, más que perder, porque quien gana se enfrenta al ego y éste conduce al desplome de la conducta humana.

Lo que ocurrió en el Manuel Murillo Toro me dejó perplejo pues no vi en el Deportes Tolima ninguna expresión de fútbol, y en cambio si vi en Dayro Moreno acciones repugnantes. La actitud del jugador de Once Caldas es común al que pierde su autoestima y solo a través de la ofensa puede sentirse poderoso.

Pero vecino suyo tiene al número 10 del elenco Pijao sobre quien escribí hace meses un artículo titulado “Un aplauso para Wílder medina”. La prensa nacional boicoteó la brillante actuación del antioqueño en el segundo semestre del torneo local por consumo de marihuana y su pasado oscuro, hecho que eludí porque siento que los seres humanos podemos fallar y así mismo corregir errores; nadie está exento de caer en desgracia, cometer un delito o cosa similar; so pena de su debilidad humana, Medina se convierte partido tras partido en ícono del fútbol y de las nuevas generaciones cuyas vidas han estado ligadas a la pobreza y la marginalidad.

En consecuencia, sostengo mi admiración por el delantero del Vinotinto y Oro, pero hoy le reclamo su conducta, la reprocho y exijo para él de parte de la Comisión Disciplinaria de la Dimayor el castigo más severo acorde a los términos legales.

En cuanto a la actitud de Moreno, bástenos con decirle: ¡bájese de la nube que aún lleva la polvareda de San Francisco en la camisa!

miércoles, 16 de febrero de 2011

Escribir ideas de ciudad

La cultura, la ciudad

Firmo sobre la idea que la ciudad debe ser repensada para prepararla ante las transformaciones de tipo urbanístico e industrial que se avecinan. La ubicación de Ibagué es geoestratégica y ello tiene efectos en la medida que se expande: se acelera la vida, se vuelve más caótica y los ciudadanos más vulnerables a fenómenos de pobreza, desempleo y pérdida de unidad familiar –que es un baluarte-.

Por lo tanto hay que proponerle a la ciudad estrategias que conduzcan a mitigar ese impacto. Si lo turístico es el fin, debemos prepararla en materia de servicios públicos, hotelería, cultura ciudadana, etc.; y en esa línea creo que es sano proponer la tematización de la cultura como una estrategia que genere desarrollo, economía y trascendencia; que en 30 años la posicionen como una de las ciudades más importantes de Colombia donde coexistan edificios y autopistas con parques, zonas verdes, bibliotecas y plazoletas de arte.

Cuando me refiero a la expresión “cultura” hago alusión a un concepto que proviene de la escuela del antropólogo Néstor García Canclini quien explica que “la cultura abarca el conjunto de los procesos sociales de significación, o dicho de un modo más complejo, la cultura abarca el conjunto de procesos sociales de producción, circulación y consumo de la significación en la vida social”; esto es, ver a Ibagué como una gran aldea de múltiples manifestaciones, necesidades y fortalezas.

Y cuando decimos ciudad no expresamos solamente que hay casas, edificios y fábricas, es más para nosotros una aldea donde convergen infinidad de hechos: el deporte, la producción artística, el patrimonio, el ocio productivo, manifestaciones religiosas y tantas otras cosas que son el resultado de la migración del campo a la ciudad o de ciudad a ciudad.

Es una realidad sabida: Ibagué ya no es un “pueblo grande”; basta echarle un vistazo nocturno para comprender las enfermedades que padece (hurto, prostitución, consumo exacerbado de drogas, mafia, tráfico humano, etc.) para aceptar que es una gran ciudad y si no hacemos algo desde ya, a la vuelta de unos 10 años padecerá una enfermedad incurable.

sábado, 5 de febrero de 2011

Reyes, Barreto y "el barrestismo"

Cuando Óscar Barreto Quiroga llegó al poder el primero de enero de 2008, con él vino un grupo de profesionales – hombres y mujeres- de sobradas condiciones profesionales, intelectuales y políticas para dirigir a un Departamento que atravesaba serios problemas de seguridad, infraestructura, servicios básicos y cuyo desarrollo económico no guardaba la mejor coherencia entre la capital (Ibagué) y la región.

Barreto logró concentrarse en los temas claves, e implementó un estilo de gobierno que emulaba al entonces Presidente Álvaro Uribe Vélez. En pocos meses la imagen de buen gobernante se hizo sentir en todo el Departamento, y en ese avance hacia la confianza del Tolima fue clave la presencia del ex secretario de Desarrollo Agropecuario, Jaime Eduardo Reyes, quien asumió con responsabilidad su cartera logrando proyectos de impacto rural, ambiental, agropecuario y social. Reyes posicionó al Gobierno de Barreto a nivel nacional, destacando la Secretaría como una de las más importantes del país.

Pero las relaciones entre Reyes y Barreto se quebrantaron cuando en un punto del gobierno se pensó en las elecciones regionales de 2011 y el grupo denominado “barretismo” anilló la candidatura del entonces Secretario General, Mauricio Pinto, sin dar lugar a un debate concienzudo alrededor de otros nombres donde figuraba Reyes Martínez.

Los afectos entre el Gobernador y el que compartiera junto al ex secretario de Hacienda Jaime Osorio el título de “SECRETARIO ESTRELLA”, se vinieron a pique. Reyes quedó aislado de la plataforma política de Barreto y del “barretismo” mientras Pinto lamía con deseo un trofeo que aún no era suyo. Pero lo que son las cosas de la vida, una inhabilidad truncó la aspiración de Pinto y avivó la candidatura del patito feo del “barretismo” pero hombre con corazón de lis en la aldea del Tolima, Jaime Eduardo Reyes.

El revés hizo que personas cercanas al Gobernador se afiliaran a la despreciada aspiración de Reyes y hasta allí llegaron sus más fieles súbditos. La campaña se fortalecía al tiempo que algunos sectores del conservatismo –dispersos en todo el Tolima- no veían con buenos ojos la presencia de la familia Barreto y “el barretismo”. El apoyo del ex senador Gómez Gallo, de vertientes uribistas y otros grupos políticos podría tomar de una vez por toda la forma ideal, y Reyes se dedicaría a construir con la gente su agenda de gobierno.

Todo estaba claro, menos que Barreto y “el barretismo” le fueran a jugar sucio, lo que ocasionó el desplome de la candidatura. En principio, no pensaron en él; tras el fracaso lo acunaron provisionalmente y a la hora de la decisión le dieron la espalda. Reyes no querrá defraudar al Tolima fungiendo como candidato-títere, así que prefiere declinar su aspiración y desde otras actividades servirle al Tolima como lo ha expresado en un comunicado del que recopilo lo siguiente: “Bajo la tutela de Dios continuaré trabajando con todo mi empeño para que en nuestro departamento se disminuya la pobreza y se mejore la calidad de vida a través de la educación y la transformación productiva”.

Así he percibido este proceso que hoy termina para bien de Jaime Eduardo Reyes; que le genera inmensas dudas a la gente sobre la lealtad del Gobernador Barreto al haber desestimado a su ex jefe de debate y ex secretario; y que define lo que es en esencia el “barretismo”: algo que se desvanece en el aire.

martes, 25 de enero de 2011

Escribir actualidad

La perspectiva de Reyes

En un diálogo reciente con medios de comunicación de Ibagué y el Tolima, ratifiqué que el candidato, “el pollo”, “el man” o “la pinta” para ocupar el primer cargo del Departamento es Jaime Eduardo Reyes. Durante la discusión comprobé que si algo tiene claro es la importancia de repensar a Ibagué como un escenario donde deben converger los temas productivos, ecológicos, culturales y económicos del Tolima para encarar los retos que plantea el crecimiento económico, pilar del Plan de Desarrollo que construye el Gobierno Nacional.

Además, es un acierto que Reyes estime al sector educativo y valore a los centros académicos, pues es una verdad a cielo abierto que la educación transforma la sociedad y la prepara ante los cambios propios de la modernización. Para todos los gobiernos la educación debe ser una prioridad porque es la herramienta de acceso real a las oportunidades. Y no se trata de sublimar una idea que podría sonar “flecha” o de fácil consumo, sino de tener conciencia que si las condiciones educativas son óptimas en cuanto a lo locativo, pedagógico, tecnológico, etc., vendrán generaciones con un alto coeficiente y la capacidad intelectual de servirle a su comunidad.

Esta perspectiva implica asumir la educación para el desarrollo y para la paz. En zonas rurales donde los estudiantes apenas acceden con precarios elementos a los servicios educativos, ven frustrada la posibilidad de continuar estudios toda vez que en el mejor de los casos su formación llega a Noveno. Y lo que no ha percibido el modelo de la “Seguridad Democrática” es que la prolongación del conflicto armado tiene muchas veces origen en estos lugares a los que inmediatamente llegan los grupos armados ilegales y sacan a los muchachos para enlistarlos en la planilla del fusil. Con el tiempo, y bajo la promesa de un millón, el matemático, el ingeniero, el abogado o el artista terminan asesinados por balas del Estado que luego alardea de estar dando golpes contundentes a la subversión y a ese mal llamado terrorismo.

Por eso creo y firmo sobre la idea de que la educación rural tiene que llevar al Departamento del Tolima a la transformación productiva que también plantea el candidato Reyes, y para ello hay que repensar el sistema educativo. Debemos prepararnos para hacer una agricultura más tecnificada y práctica; antes de ofrecer turismo ecológico hay que educar al niño y joven de la zona rural en cuanto al cuidado de lo propio y el conocimiento de sus ecosistemas porque no puede la industria del turismo limitarse a “vender paisajes”; del mismo modo, hay que tener presente que el éxito de la vocación agropecuaria tiene que ver con la infraestructura, los servicios públicos, el agua potable entre otros elementos.

Tarde o temprano esta perspectiva nos permitirá creer que la educación sí emancipa, sí transforma y sí propone; y que un pueblo que se educa tiene menos posibilidades de sufrir los empellones de la violencia.

martes, 18 de enero de 2011

Escribir la ciudad

Repensar la ciudad

El siglo XX y este primer decenio del siglo XXI han traído consigo una propuesta de transformación de las ciudades que enmarca procesos de crecimiento urbanístico, de exploración económica y de impacto cultural.

Lo primero exige que cada vez haya más consciencia sobre el papel que cumple el hábitat en la armonización de esta expansión arquitectónica, porque si algo destruye a la ciudad es su mismo crecimiento alborotado y sin planeación. Los parques, los procesos de reforestación, de “verderización” de lugares comunes y los senderos ecológicos dentro de la misma estructura física de la ciudad son vitales para que los ciudadanos se acojan a dichos cambios.

En cuanto lo económico y al florecimiento de nuevas formas de comercio por lo general sin regulación, viene a parar a la cuidad como un suicida que porta unas cuantas bombas en su pecho y las hace reventar en cualquier momento. El sostenimiento de las familias es del nivel de la supervivencia. Esto origina el llamado “darwinismo social” donde el pez grande devora al chico sin consideración, y no hay respeto por las normas; en las ciudades modernas que se aproximan a ser protagonistas de los grandes cambios nacen negocios de toda índole, con productos exóticos y creativos pero al libre albedrío, dejando al Estado en un papel de reparto sin que oriente las directrices de la organización para el bien de todos. El vendedor ambulante y la descomposición del comercio son ejemplos de ello.

El consecuente rompimiento de las barreras culturales también ha provocado enormes cambios en la estructura económica y social de las ciudades dando origen a nuevos escenarios donde se desvanece lo público para hacer de cada lugar un pequeño búnker donde solo cabe uno. Los demás, y lo que pasa alrededor no es problema de nadie. La calle se ha convertido en el escenario que más da razón de estas circunstancias. La velocidad con que el mundo de hoy toca la puerta de los hogares –cada día más fugaces- causa en el ciudadano una pérdida de identidad casi total que debe recuperarse si se quiere llegar a la modernidad en su más alto sentido: desarrollo urbano, ambiental, económico y social sostenible.

Ibagué es un caso para ejemplificar esta situación del nuevo orden mundial. Los ibaguereños hemos ido perdiendo la conciencia de cuidad, y esto implica hacernos de lado a los procesos que tienen que ver con su desarrollo, no propiamente físico sino cultural. Aún vemos peatones que se tiran a media calle para cruzar al otro lado, conductores que agitan la tranquilidad con el pito de sus carros –producto del estrés-, individuos que arrojan a la calle residuos, entre otras tantas acciones negativas para la construcción de una ciudad al alcance de todos.

Cada vez que camino mi ciudad pregunto: dónde está lo público. No puede ser “lo público” solo una expresión sino una realidad, y si queremos que la modernidad cultural y económica haga tránsito sin torpedear las buenas costumbres debemos asumir la conducta moderna desde los lugares comunes como también desde los gobiernos.

Las ciudades modernas deben ser repensadas para que haya conciencia desde los gobiernos sobre el acceso real a los servicios básicos: en infraestructura, transporte, educación, salud, tecnología, productividad. El cuidado del medio ambiente no puede ser un fin en si mismo; Tenemos que lograr una simbiosis entre lo urbano y lo natural, de modo que haya zonas aptas para el disfrute con un alto contenido ambiental.

El parque debe recuperar su papel de cohesionador en procesos de unidad familiar, de armonía, de civismo, y no de vandalismo. Para repensar la ciudad, digámosle sí a las bibliotecas por comunas y los centros de formación artística. Por último llamo la atención: es urgente la “verderización” de la ciudad porque se avecina a la gran hecatombe del desarrollo.

domingo, 9 de enero de 2011

Escribir política

¡La suerte de Reyes!

Tras el fallo de la Procuraduría que dejó a Mauricio Pinto sin posibilidades para aspirar al primer cargo del Departamento, el panorama político dio sendos virajes. Los “barretistas” que hasta entonces daban todo por la aspiración del ex secretario General de la Gobernación, advirtieron que mientras se desteñía su candidatura, el grupo que acompaña al liberal Luis Carlos Delgado Peñón ganaba terreno en cada rincón del Tolima, así que decidieron dar el giro y respaldar a Jaime Eduardo Reyes.

Pero antes de esta decisión casi obligada, muchos adeptos a la campaña que pintaba bien, detractaron y atacaron con sevicia y maledicencia la cautelosa aspiración del ex secretario de Desarrollo Agropecuario del Tolima. La terquedad o la vanidad que da el poder hicieron que estos personajes desconocieran en Reyes al candidato más preparado para suceder a Barreto quien ha hecho una Gobernación con méritos que deben decirse a cielo abierto.

Olvidaron que el ex concejal y ex diputado fue jefe de debate de Barreto en el Tolima; que conoce el sector agropecuario y su dinámica frente al desarrollo; los logros obtenidos mientras fue jefe de la cartera más importante para el Tolima y que abrió caminos de prosperidad a los campesinos entre otras buenas ejecutorias. Hasta ese momento había errado Barreto al ignorar la coalición que lo llevó al poder el 2007 para tomar la decisión de optar por un candidato, y erraron también sus amigos al asumir esa precaria conducta.

La arremetida sin fundamentos contra Reyes poco a poco causó en el Partido Conservador serios quebrantos, basados en no menos que la furia de líderes azules que vieron en la disposición de Barreto una afrenta hacia los integrantes de la coalición que lo llevó a la victoria luego del intento fallido para ser alcalde de Ibagué en 2003 cuando quedó tercero con 26427 votos.

La actitud de Reyes Martínez fue sumisa e inteligente. A pesar de seguir en su tarea de conquistar el corazón de los tolimenses con sobradas pruebas de efectividad, esperó paciente que lloviera en la fachada del “Palacio del Mango” y la pintura se fuera cayendo por haberla preparado a la carrera y con la necedad de quien agrega más agua con tal de rendirla sin importarle la calidad.

Ahora Reyes es el candidato oficial de esa coalición y las cosas para Delgado se complican. La candidatura ya limpió paredes, resanó fisuras, preparó la pintura y con manos solidarias y gratas se empieza a pintar el triunfo de Jaime Eduardo Reyes. Uno se pregunta si es cuestión de suerte, y a mi manera de verlo digo y firmo sobre esta idea: en la vida cuando hay preparación y oportunidad llega la suerte como un chispazo… Reyes sembró y es hora de recoger la cosecha.