La poesía me ha permitido vivir con dignidad

miércoles, 13 de agosto de 2008

Escribir cosas...

UNAS PALABRAS, SEÑOR OSPINA
a propósito del onomástico de Daniel Samper Ospina, ahí dejo mi saludo un poco torpe.

Husmeaba en las revistas que la gente manosea en supermercados y abandona como trapos de cocina en las manos de un zángano, cuando de repente encontré una lista de personajes que si la vida iba a ser bondadosa les permitiría alzarse otro día con nuevos años. Entre ellos figuraba Andrés Pastrana Arango y pensé: Alfonso Cano le enviará su presentico –después de todo debe agradecer los meses que el ex presidente, en nombre de Nohorita y los niños, le arrendó el Caguan. Pero sorpresa fue al encontrar que también llegaría a los 34 años el monito tomador de pelo, mamagallista (no seguidor de Gómez Gallo) simpático, vástago del comerciante más tierno de las letras en Colombia “Cambalache”, el egresado de la Universidad Javeriana, el especialista en Literatura del Barroco español del siglo XX, el profesor del Gimnasio Moderno y el tallerista de periodismo y literatura. Pensé: cuántas cartas llegarán a su oficina, y también cuántos madrazos de los inútiles crónicos que empalagan las cafeterías insultando columnistas y escritores, porque a merced de un buen texto, nacen palabras de lata y azufre. Pensé en algunos regalos:

El culebreo le dará una “pócimita” secretita para mejorar su vocabulario y de pronto mande sacrificar un par de “recesitas” para brindarle una cena.
Martha Lucía Ramírez le dará un celular para hablar con él todo el día.
El Ministro Andrés Uriel, una postal del Túnel de la Línea, posando con un gorrito de invierno, guantes y el bigote trizado –después de todo no tiene otra obra para mostrar.
Valencia Cossio le enviará una cartita de felicitaciones, obviamente firmada con un seudónimo porque en estos días de inseguridad no se sabe cómo la interpreten. Pero él la reconocería al ver el pie y la firma: “con aprecio, el tapón mucoso”.
No le podrá faltar una carta de Chuky pidiendo respetuosamente que no lo compare con Juan Manuel Santos, pero que lo felicita.
Andrés Felipe Arias le podrá enviar una semilla de palma africana y una nota cuyo postada dirá: “estoy mamado de que me comparé con Uribe. Si sigue en esa tónica, le voy a dar en la cara, Marica”.
Una medallita de la Milagrosa por parte de Martín de Francisco y Moure con una pequeña nota: “estimado Ospina, qué lastima que no te has muerto. Pero qué chistoso que sigues vivo”
Pero el mejor regalo de cumpleaños se lo dará Amparo Grisales, posando con él desnudos frente a la Casa de Nariño.
No puede faltar la reunión familiar donde, al caer la noche, y pasado de tragos, su papá, esté cantando en vez del “Happy Birthday”… “ese muchacho que yo quiero tanto, ese que yo regaño cada rato, me hizo acordar ayer, que así era yo también cuando muchacho…”.

A este señor columnista, de quien me jacto, ser lector incansable, aunque tal vez nunca estreche su mano, le honro con un saludo de felicitaciones. Otro día más vivo sobre esta tierra de minas. Otro año tirando flechas de titanio a los ICE BERG del poder.